martes, 10 de enero de 2012

Érase un día de Reyes

Para terminar con el repaso a mis fiestas navideñas, hoy le toca el turno al día de Reyes. Tengo que decir que en mi casa siempre hemos sido mucho más fans de los magos de oriente que del gordinflón de la CocaCola. No cabe duda de que es una tradición mucho más de aquí, pero para compensar también tenemos la costumbre de ir poniendo los regalos debajo del árbol, a medida que se van materializando, para abrirlos en la mañana del 6 de enero. 

Desde que paso esta noche mágica en Madrid, es la primera vez que no voy a ver la gran cabalgata del centro, pero es que estoy sin moto por culpa de una avería y eso de tener que andar utilizando el transporte público me da mucha pereza. Así que la solución ha sido verla por la tele, que Telemadrid para esto hace un gran despliegue de medios. 

Mientras estaba viendo la cabalgata por la tele, llegó ÉL cargado con su regalo y con un gran rosco relleno de nata. Mi idea era la de esperarlo para ir a comprar el rosco juntos, pero me dijo que en un centro comercial al que había ido con sus padres estaban a 2x1, así que compraron dos, uno para sus padres y otro para nosotros. 

El regalo lo colocó junto a los míos y el rosco en la nevera. Ambas cosas tendrían que esperar hasta la mañana siguiente. 

Para algunas cosas somos como niños pequeños y el día de reyes es una de ellas. Nos levantamos pronto (bueno, pronto para lo que suele ser la hora a la que se levanta ÉL en fin de semana) y fuimos derechitos a por los regalos de debajo del árbol. 

Esa también es una novedad de este año, ya que por primera vez he puesto un árbol y un belén decentes y debajo de los cuales cabían los regalos. Otros años también teníamos "arbolito" pero vamos, no podía albergar bajo sus ramas ni la caja de un anillo. 

Bueno y vamos ya al grano, a los regalos. Mi economía no anda muy saneada, porque entre el regalo del loro a mi madre y la avería de la moto, que va a ser otro tanto... me van a hacer escalar la cuesta de enero. Aún así a ÉL le han caído las 2 últimas pelis de Harry Potter en DVD, el peluche "Nachete" de Pasapalabra y unas entradas para el musical de Shrek que a pesar de las críticas que había leído por ahí, nos ha gustado bastante. Y ÉL a mí me ha regalado una fuente de agua para el salón de casa, que parecerá una chorrada pero es algo que me hacía ilusión tener. Y como autoregalo, me he comprado unos patines nuevos bastante profesionales, porque los que tenía hasta ahora eran los más baratos del Decathlon y el cambio se nota. 

Y nada más, así han sido mis navidades y así os las he contado. Ahora todavía nos queda lo peor, que es recoger toda la parafernalia navideña, que este año es mucha porque teníamos el piso hecho una horterada. Y hasta el año que viene.

1 comentario:

  1. Pues has recibido el año con buen espíritu navideño, que no se diga, y cargado de regalos. Yo de los reyes mejor no voy a hablar este año, que me ha venido a visitar antes el Papá Noel, y mira que en casa somos muy de Reyes Magos, pues este año nada. Papá Noel se ha portado, tampoco tengo queja, sobre todo, ropa.

    Bicos Ricos

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